Papa Noel pone el turbo

Empieza la última semana antes de Navidad, la cumbre del consumismo. Algunos comercios reconocen realizar 1/3 parte de su beneficio anual en estos pocos días. En el sector del juguete, hablan del 75% de las ventas del año. La realidad será probablemente aún más sorprendente.

Dicen que cada familia española gastará una media de 900 euros en este periodo, entre regalos y comida. Eso quiere decir que muchos gastarán una cantidad superior. La publicidad de la televisión y de los buzones llena los ojos de los niños de exagerada ilusión. Paralelamente, numerosos programas enseñan mesas abundantes, cada vez más lujosas. Con productos realmente asequibles solo para casas opulentas. Y que la mayoría de la población no puede permitirse pero acaba comprando. Se trata de aparentar, estúpidamente, una situación que no es real. Incluso, parece que algunos se endeudan. Afortunadamente, el periodo de exceso comercial que representa la Navidad no se impone más que una vez al año.

La fiebre de las compras, la ansia de tenerlo todo, se juntará estos días con las prisas y la odiosa costumbre de actuar en el último minuto. Una subida de adrenalina para el viejo Papa Noel, que no tendrá más remedio que poner el turbo a su trineo si quiere llegar a tiempo y evitar los llantos insoportables de peques mal acostumbrados. Niños que, años después, serán padres y dejarán de ver la publicidad con los mismos ojos, siendo el presupuesto familiar el que es. Pero el poder de esta locura les inducirá a reproducir la mentira del cuento de Papa Noel, por mucho que les cueste económicamente. La Navidad, una fiesta religiosa que con el cambio de los tiempos cede el paso a la religión del consumismo. Los Reyes Magos, cada vez más olvidados, se rinden ante la ley del calendario: diciembre llega antes que enero y si los amigos del niño reciben sus regalos en diciembre, cada vez son más los padres que no se atreven a sufrir las consecuencias de la espera del niño hasta enero. Que el capricho y la actitud llorona no nos impida tener la fiesta en paz.